jueves, marzo 15, 2012

La reforma laboral, la huelga y otras chapuzas

La reforma laboral, la huelga y otras chapuzas: Pues bien, ya tenemos en vigor la enésima reforma laboral de la democracia y yo tenía pendientes unas palabras para dar la bienvenida a la nueva norma. Lo voy a hacer en calidad de trabajador por cuenta ajena y me voy a olvidar por un momento –sólo por un momento- de mi deformación económica y empresarial.

Pues bien, ya tenemos en vigor la enésima reforma laboral de la democracia y yo tenía pendientes unas palabras para dar la bienvenida a la nueva norma. Lo voy a hacer en calidad de trabajador por cuenta ajena y me voy a olvidar por un momento –sólo por un momento- de mi deformación económica y empresarial. La reforma anterior (la enésima menos uno) me dejó con el culo en la calle –me cambiaron por otra camarada con nuevas bonificaciones y la posibilidad de encadenar contratos temporales sin límite- . Por suerte –y por algunos méritos propios-, en noviembre volví al mercado con un contrato como personal laboral en una Administración Pública. Y resulta que la nueva norma, además de reinventar la rueda en cuanto a despidos procedentes, obligaciones de los desempleados y tipologías de contratos, también se propone llevar los expedientes de regulación a la Administración. Así que, qué os voy a decir yo, la nueva reforma no me conviene. Y el día 29 os quiero ver a todos en la calle detrás de la pancarta. Por aquello de hoy por mí y mañana por mí también…
Bueno, ahora en serio. No sé si la reforma me va a afectar o no pero yo no pienso jugar a dar penita. Cada uno que haga lo que le dé la gana pero no vayamos de solidarios porque todos vamos a defender lo nuestro. La reforma no cambia lo sustancial, es decir la dualidad del mercado de trabajo: sigue habiendo trabajadores blindados y trabajadores prescindibles, empresas que salen en los titulares y empresas que no valen un breve, sectores estratégicos intocables y actividades vitales que no merecen ni un euro público ni privado. Esta reforma no es más que una recopilación de las peores prácticas empresariales y, no nos engañemos, la organización que chapucea con las personas también lo hace con las finanzas, con las relaciones comerciales, con la calidad del servicio, con Hacienda. La chapuza en España es un estilo de vida: si te puedes ahorrar cuatro euros mal contados en contratar a un tío de 29 años, para qué vas a coger a uno de 31. Total, todo el ganado viene a funcionar igual. Para qué vas a perder el tiempo planificando plantillas o diseñando estrategias cuando tienes una generosa carta de modalidades contractuales para ir improvisando sobre la marcha. Para qué te vas a molestar en diseñar políticas de incentivos si los trabajadores más productivos –los que sacan en cuatro horas las tareas que otros hacen en ocho- son premiados con una reducción lineal de jornada y sueldo. No veo a la patronal nerviosa por encontrar nuevos modelos de negocio, sólo sonrisas efímeras de los que se conforman con recortar costes laborales y no se preguntan por su obsoleta forma de generar ingresos.
Lo que necesita esta reforma laboral no es una huelga sino un cambio de sistema liderado desde la propia sociedad. Hay gente llorando por conseguir los mismos derechos que tenían los esclavos (ptrabajar gratis a cambio de vivienda y comida). Y la cosa no va precisamente a mejor. El modelo de empresa grande y enrollada que invierte pasta y nos da trabajo fijo y derechos ilimitados a todos no va a volver nunca, y esto no es un fenómeno que pueda explicarse apelando a los políticos, a los bancos o a los chinos. Si queremos formar parte de una sociedad más madura, desarrollada, cimentada nen valores como la igualdad y la justicia, necesitamos un mercado laboral menos paternalista y más pegado a las necesidades reales de la sociedad. Igual hacen falta menos teleoperadores vendemotos y más solucionadores de problemas. Menos funcionarios tramitadores de burocracia y más dinamizadores de actividad económica. Menos empleados administrativos y más creativos. Menos consejeros delegados y más líderes informales. Menos autónomos dependientes y más redes de profesionales. Menos gigantes subvencionados y más cooperativas autofinanciadas. Como en el mundo de las finanzas, para ganar mayor rentabilidad social debemos perder en seguridad y asumir mayores riesgos. Pero también debemos ser más cuidadosos a la hora de elegir dónde invertimos nuestro tiempo y nuestras capacidades: no dejemos que ningún trabajo por cuenta ajena consuma lo mejor de nosotros.
Me temo que la reforma laboral no va a ayudar a construir un mercado de trabajo más maduro pero el modelo que se va a defender en la próxima huelga general ha caducado hace tiempo. Respeto profundamente al que quiera seguir subido a esaburra pero creo que los trabajadores necesitamos otra cosa. Y debemos reaccionar antes de que venga la reforma enésima más uno.
S2. 

jueves, marzo 08, 2012

Comparamos el nuevo iPad con tres de sus mayores rivales

Comparamos el nuevo iPad con tres de sus mayores rivales:
Comparativa
Aunque muchos esperábamos una actualización muy discreta, la renovación del iPad ha sido una demostración de poder: pantalla Retina, GPU de cuatro núcleos, acceso LTE… No hemos podido evitarlo, había que hacer una comparativa de especificaciones entre el nuevo iPad y sus tres mayores rivales. ¿Y a quiénes ponemos al otro lado del ring?
El primer gran rival del iPad 2012 es sin duda el iPad 2, que ahora está a la venta por sólo 400 euros. Del MWC 2012 rescatamos los otros dos: el Samsung Galaxy Tab 2 10.1 (por supuesto, no podía faltar Samsung), y el ASUS Transformer Infinity 700 (que destacó en hardware y porque el concepto “transformer” es muy interesante). Podéis pinchar en la imagen para ver la tabla a tamaño completo.